La fase efervescente en el interior sigue con un
flujo ascendente de gases, principalmente monóxido de carbono, y !a solidificación progresa
desde el exterior hacia el centro del lingote; pasado algún tiempo, se solidifica la parte superior
del lingote impidiendo la salida de los gases, y
entonces éstos quedan retenidos en el interior
del lingote en forma de numerosas venteaduras.
Estos aceros son especialmente aptos para sufrir
deformaciones como la embutición profunda, si
bien, cuando la disminución del espesor es mayor del 35 %, el grado de trastorno debido a imperfecciones superficiales puede ser mayor con
los aceros efervescentes, por lo que cada vez
se emplean más, para estos fines, los aceros calmados.
AI ser mucho más pura el área exterior de un
acero efervescente que la interior, la cual contiene la segregación producida en las últimas fases de la solidificación, cuando quedan al descubierto secciones transversales tales como los
roblones, la corrosión es muy intensa.
Tampoco
es frecuente emplear estos aceros en la condición de temple y revenido, porque no son lo suficiente homogéneos en su sección transversal
para poder dar resultados uniformes.
El acero calmado se ha desoxidado hasta tal
grado que el metal permanece muy sosegado
después de su vertido en el molde del lingote. La
desoxidación final se realiza con aluminio que
reduce el óxido ferroso formando pequeñas partículas de AKOj, algunas de las cuales se eliminan al ascender la escoria, pero otras quedan en
el metal.
La cantidad de inclusiones formadas en las reacciones de desoxidación se disminuye al mínimo realizando ésta en el horno con
aleaciones de silicio-manganeso, o de manganeso-silicio-aluminio, y completando la desoxidación con adiciones de ferro-silicio y aluminio
en el cucharón. Sólo en ciertos casos se agrega
aluminio en el molde. Es la calidad de acero más
uniforme y químicamente más sana, libre de
venteaduras y segregaciones, y con pequeñas
cantidades, bien distribuidas, de inclusiones no
metálicas.
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