Los recubrimientos electrolíticos, o tratamientos
galvánicos, sirven para proteger las piezas mediante una capa de un metal autoprotector (Ni,
Cu, Zn, Cr) depositado utilizando éste como
ánodo y las piezas como cátodo. Se obtienen con
un baño electrolítico de una solución en forma
de sulfatos o cianuros del metal que se ha de depositar (fig. 15).
Las piezas se sumergen en el baño suspendidas
por bastidores especiales o en tambores.
Los recubrimientos electrolíticos más utilizados
son: cobrcado, niquelado, cromado, cincado y
cadmiado.
Cobreado
Los depósitos de cobre se aplican a las piezas
con dos fines principales:
a) Como recubrimiento previo al niquelado,
para preparar una capa uniforme y fina y mejorar la resistencia a la corrosión del recubrimiento posterior:
b) Para proteger zonas de las piezas de acero
que deben ser sometidas a un tratamiento posterior (cementación, nitruración, etc.).
Los baños consisten en soluciones de sulfato de
cobre y ácido sulfúrico. Los ánodos son de cobre
electrolítico troceado.
El espesor de la capa obtenida varía entre 0,01 y
0,02 mm.
Niquelado
EU níquel es utilizado en gran escala, tanto para
proteger contra la corrosión como para fines decorativos, sobre piezas de hierro, acero, latón, cobre, aluminio, etc. El brillo obtenido con él se
mantiene inalterable largo tiempo y resiste mejor que el cromo la corrosión atmosférica.
Para mejorar la superficie brillante, se debe depositar siempre una capa intermedia de cobre.
El baño consiste fundamentalmente en una solución de sulfato de níquel, cloruro de níquel y
ácido bórico. Los ánodos son de níquel troceado
o barras ovaladas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario