sábado, 25 de octubre de 2014

Bronces ordinarios

Son los formados exclusivamente por cobre y estaño (bronces), aunque, en la práctica, algunos poseen pequeños porcentajes de otros elementos (bronces fosforosos y bronces rojos). Los tipos de bronces ordinarios más utilizados son: 
Bronce de medallas. Contiene de un 5 a un 8 % de estaño. Presenta excelentes cualidades para moldeo y resistencia a la corrosión. Bronce de cañones. Contiene de un 8 a un 12 % de estaño. Ofrece buena resistencia a la corrosión y sus características mecánicas son mucho mejores que las del bronce de medallas. 
Bronces fosforosos. Son bronces ordinarios que contienen de un 4 a un 12 % de estaño y que se han desoxidado con fósforo, quedando del mismo, en la aleación, un porcentaje muy pequeño (del orden de 0,03-0,25 %). Son de mejor calidad que los otros bronces y más moldeables. 
Bronces rojos. Con unos porcentajes de cinc y de plomo pequeños, son más moldeables y más fáciles de mecanizar que los bronces fosforosos; por esto, y siendo más baratos, los sustituyen. Los bronces ordinarios pueden recibir los mismos tratamientos que los latones y sus aplicaciones son muy numerosas, debido a sus características de rozamiento (cojinetes, engranajes), moldeabilidad y resistencia a la corrosión (grifos, válvulas), aspecto permanente (monedas, medallas, estatuas), sonoridad (campanas) y resistencia mecánica (piezas de maquinaria).

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