Generalidades
Los tratamientos térmicos son operaciones de
calentamiento y enfriamiento mediante las cuales se modifican la constitución y la estructura
de los metales o aleaciones.
Se basan en que las transformaciones en el estado sólido, para que puedan realizarse completamente, necesitan el tiempo suficiente. Un enfriamiento lento hasta la temperatura ambiente
permitirá la total transformación de los constituyentes, obteniéndose con ello una estructura y
una constitución determinadas. Si calentamos
de nuevo hasta temperaturas superiores a la de
transformación y al enfriar otra vez no se aumenta la velocidad de enfriamiento, la transformación encontrará más dificultades para realizarse y será sólo parcial (o será impedida
totalmente si la velocidad es suficientemente rápida), obteniéndose así una constitución y una
estructura distintas a las anteriores.
Se comprende, por tanto, la importancia que
tiene conseguir estas modificaciones para poder
variar a voluntad las propiedades que va a poseer el metal a la temperatura ambiente.
Los tratamientos térmicos son especialmente indicados para los aceros, si bien se trata también
con éxito gran número de aleaciones no férreas;
por tanto, en la descripción de cada uno de ellos
se detallarán, en general, el proceso y los fines
que se persiguen.
En todo ciclo de tratamiento térmico hay que
considerar tres fases, a saber: calentamiento
hasta una temperatura determinada, tiempo de
permanencia en ella y enfriamiento hasta la temperatura ambiente, siendo los siguientes factores
los que intervienen en el resultado final:
« Velocidad de calentamiento.
• Temperatura alcanzada y tiempo de permanencia.
* Velocidad de enfriamiento y medio de enfriamiento.
• Efecto de la masa (espesor o diámetro de
las piezas).
En este capítulo se estudiarán los tratamientos
térmicos fundamentales de recocido, normalizado, temple y revenido.
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