jueves, 11 de septiembre de 2014

Tratamiento termoquimicos

Generalidades 

Los tratamientos térmicos, en ocasiones, no son suficientes para mejorar ciertas características, particularmente en la superficie de los metales. Cuando se necesitan piezas con una superficie muy dura, resistentes al desgaste y la penetración, y con el núcleo central muy tenaz para poder resistir y soportar los esfuerzos a que están sometidas, se usan diversos procedimientos tales como los tratamientos termoquímicos. Se denominan termoquímicos (o de cementación) porque, aparte las operaciones de calentamiento y enfriamiento, modifican la composición química del acero en la capa superficial mediante el aporte o la difusión de ciertos elementos (carbono, nitrógeno, azufre, etc.). Con ellos se trata de conseguir algunos de los fines siguientes: 
• Aumentar la dureza superficial sin alterar la tenacidad del núcleo. 
• Favorecer las cualidades de lubricación y rozamiento 
• Aumentar la resistencia al desgaste 
• Aumentar la resistencia a la fatiga 
• Mejorar la resistencia a la corrosión 
Según la naturaleza del agente difundido, se distinguen los siguientes tratamientos termoquímicos: ° Cementación 
• Nitruración 
• Cianuración 
• Carbonilruración 
• Sulfinización 
Estos tratamientos termoquímicos se deben realizar en unos hornos especiales del tipo «mufla», como en el caso de la cementación, o en unos hornos con atmósfera controlada de nitrógeno, en el caso de la nitruración, durante un tiempo dado que determina el espesor de la capa que se ha querido endurecer.

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