Intervienen tantos factores en el fenómeno de la
corrosión, que es imposible proteger de ella a todos los metales y en todos los casos. Para aquellos en que es posible, deberán tenerse en cuenta
las siguientes circunstancias para poder determinar la protección adecuada:
- Clase y estado del metal (composición, estructura, impurezas, elaboración, tratamientos, etc.).
- Medio en que se encuentra (naturaleza, concentración, pH o índice de acidez, presión, temperatura, etc.). © Contacto entre el metal y el medio (forma de la pieza, estado de la superficie, etc.). Los procedimientos empleados para proteger contra la corrosión se pueden clasificar en cinco grupos, a saber:
a) Por recubrimientos metálicos (electrólisis, inmersión, metalización, cementación y chapado).
b) Por recubrimientos no metálicos.
c) Por empleo de inhibidores.
d) Por empleo de pasivadores.
e) Protección catódica.
En la actualidad se trabaja mucho en los tratamientos o protecciones contra la corrosión, sobre todo en la industria automovilística, donde
se han logrado grandes avances en este campo.
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