Recocido de estabilización. Se da a las piezas
que han sufrido un trabajo de forjado o laminado, u otros tratamientos, para destruir las tensiones internas que se hayan originado, y que
podrían producir deformaciones en las piezas
una vez acabadas. Se realiza a temperaturas no
muy altas, aunque durante un tiempo muy prolongado, seguidas de un enfriamiento muy lento
en el propio horno.
Recocido isotérmico. Este tratamiento consiste en calentar el acero a una temperatura superior a la crítica y enfriarlo luego rápidamente
hasta una temperatura ligeramente inferior a la
de austenización, Aclf manteniéndolo en ésta el
tiempo necesario para que se verifique toda la
transformación de la austenita en perlita; por fin,
se deja que siga enfriándose al aire.
La estructura obtenida depende de la temperatura de austenización. Si ésta es próxima a Acj,
se logran estructuras aptas para el torneado; si
es mucho más elevada, las estructuras serán aptas para el fresado y el taladrado. Por otra parte, este recocido tiene la ventaja de que es mucho más rápido que el enfriamiento continuo.
Se aplica a piezas forjadas y a aceros para herramientas.
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