Los tratamientos térmicos posteriores a la cementación son algo complicados debido a que
las piezas tienen un 0,10 a 0,20 % de carbono en
el núcleo y un 0,80 a 0,90 % del mismo en la periferia; por tanto, las temperaturas de transformación son distintas: 900 y 750 °C, respectivamente.
Así, si se calienta el acero a 900 °C y se enfría rápidamente, quedan templados el núcleo y la
capa cementada, pero ésta resultará con un
grano grande y muy frágil por efecto del sobrecalentamiento. En cambio, si se calienta a 750 °C,
la capa quedará templada, pero no el núcleo.
Por ello, y según los casos, se emplean los tratamientos térmicos indicados en la figura 14:
A Temple directo desde la temperatura de cementación y revenido posterior.
B Temple a temperaturas inferiores a Ac3 y revenido.
C Doble temple a temperaturas superiores a Ac3
y Ac, y revenido.
D Temple a temperaturas superiores a Ac3 y revenido.
E Auslempering y marlenpering
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