Esta característica no depende de la dureza del
abrasivo, sino del aglomerante, y representa la
mayor o menor facilidad con que se desprenden
los granos abrasivos. Una muela será dura
cuando el aglomerante retenga fuertemente los
granos.
El grado de dureza de una muela debe ser el adecuado para que los granos abrasivos sólo se suelten, cuando estén desgastados, para que aparezcan otros granos con aristas. La dureza se
designa por las siguientes letras:
C, D, E, F, G Muy blanda
H, I, J, K Blanda
Al elegir una muela, hay que tener en cuenta que
debe ser tanto más blanda cuanto más duro sea
el material a trabajar.
Estructura
Es la porosidad de la muela y depende de los espacios que dejan entre sí los granos en el aglomerante; es decir, de la relación entre granos
abrasivos y cantidad de aglomerante.
El objeto de la estructura es proporcionar un
desahogo para las virutas.
Así, las estructuras
abiertas, o sea con granos muy separados, se emplean para desbastes, y las estructuras cerradas,
para rectificados de precisión.
La estructura de
las muelas se clasifica por números:
0, 1, 2, 3, 4
Cerrada o compacta
5, 6, 7, 8, 9 Media
10, 11, 12, 13, 14 Abierta o porosa
En la elección de una muela debe considerarse
que su rendimiento es tanto mayor cuanto más
abierta es la estructura.
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