La técnica ele la pulvimetalurgia se aplica a:
- Metales refractarios en forma dúctil, como las varillas sinterizadas de tungsteno, que se utilizan estiradas, para filamentos de lámparas de incandescencia:
- Metales muy puros, como el hierro, uranio, berilio, etc. o Metales o aleaciones difíciles de moldear, forjar o mecanizar.
- Aleaciones de metales con puntos de fusión muy diferentes, como los contactos eléctricos (platinos), compuestos de cobre-tungsteno, plata-tungsteno o plata-molibdeno.
- Estructuras especiales, como las aleaciones pesadas de tungsteno, níquel y cobre, y los denominados metales duros (widia), compuestos de carburo de tungsteno, titanio, vanadio y cobalto.
- Cojinetes autolubricados compuestos por bronces sinterizados, cuyos poros representan de un 20 a un 30 % del volumen total y son impregnados con aceite. Se utilizan cuando las cargas a soportar son ligeras y los puntos a lubricar son inaccesibles, o también como prevención ante los fallos accidentales del engrase.
- Grandes series de piezas terminadas, que resultan muy económicas. Una de sus aplicaciones más importantes es el campo de la automovilística, donde se aplican en cantidad (casquillos, biela y cigüeñal, distribuidor, etc.), y el de la máquina herramienta, sobre todo cuando se trata de fabricar tuercas por las que tiene que pasar un husillo de acero templado y cojinetes de los cigüeñales de las prensas y sus bielas.
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