Las propiedades de un metal varían enormemente según sea el tamaño de sus granos o cristales. Cuanto más pequeños sean estos, es decir,
cuanto más fina sea su estructura, tanto más
duro y resistente será el metal; por el contrario,
cuanto más grandes sean los granos, tanto más
frágil y menos resistente será.
El número de granos y su tamaño dependen del
proceso de fabricación del metal y de los procesos térmicos a que se haya sometido. Cuanto
más rápido es el enfriamiento, más fina es la estructura obtenida. Por este motivo, la solidificación de piezas en moldes metálicos (fundición en
coquilla) da lugar a estructuras más finas que las
de las piezas solidificadas en moldes de arena,
pues en el segundo caso, por ser la arena mala
conductora del calor, la velocidad de enfriamiento es más lenta y se obtiene una estructura
de grano grueso.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario