lunes, 5 de mayo de 2014
Las malezas ahora están en la mira infrarroja
Las malezas resistentes son uno de los principales problemas que debe enfrentar un productor agropecuario en la actualidad. Los actores del sector -fabricantes, productores y contratistas- desarrollan técnicas y tecnologías que hacen más eficiente el combate de malezas con mayor tolerancia a herbicidas.
Uno de esos desarrollos que ha logrado excelentes resultados es el detector de malezas, no solo por la eficiencia de trabajo sino también por el ahorro de herbicidas, lo que tiene que ver con un menor impacto económico en los costos de producción y una mayor sustentabilidad ambiental. Este equipamiento trabaja identificando las malezas desde que tienen un tamaño de cinco centímetros y las rocía, es decir que permite una aplicación y evita desperdiciar herbicida en zonas en donde no hay malezas.
Las plantas reaccionan a todas las formas de la luz, pero reaccionan más a la luz roja. Los sensores detectores de malezas tienen una fuente activa de luz roja que brilla continuamente en dirección al suelo. Cuando esta luz es aplicada sobre material vegetal vivo, la clorofila de la planta absorbe parte de la luz roja y otra parte la emite como luz infrarroja (NIR), que se convierte en la señal que activa la pulverización.
En los ensayos a campo se ha comprobado que con esta aplicación se logra un ahorro de hasta el 90% de producto, lo que significa un beneficio económico y un menor impacto en el medio ambiente. Permite reforzar la dosis en situaciones que sean necesarias, evitando la cobertura uniforme total. (Clarín Digital)
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