Los cuerpos se dilatan al aumentar su tempera
tura (es decir, sus moléculas se separan unas de
otras). Por este motivo, los sólidos disminuyen
su cohesión y, como consecuencia, se reblandecen hasta llegar a adoptar el estado líquido. Si,
inversamente, se enfría un líquido, aumenta su
cohesión (se aproximan sus moléculas) y, finalmente, adquiere el estado sólido, se solidifica.
El
primer cambio de estado se llama fusión-, el segundo, solidificación.
Todo cuerpo sólido se funde a una temperatura
determinada. Y esta temperatura se denomina
punto de fusión.
Muchos cuerpos se descomponen antes de fundirse, como el carbonato calcico, el cual pierde
su ácido carbónico cuando se calienta. En esto
se fundan los hornos de cal.
Todo cuerpo líquido se solidifica a una temperatura determinada, que es la misma que la de su
punto de fusión. Prácticamente, el carbón, el grafito y la arcilla son infusibles, por cuya razón los
crisoles se fabrican con estos materiales.
Durante la fusión, a pesar de proporcionarle calor de una forma continua, la temperatura del
cuerpo se mantiene constante. El calor sólo sirve
entonces para fundirlo. Igualmente, la solidificación de un líquido, la temperatura permanece
constante hasta que toda la masa se haya solidificado, a pesar de que, durante el fenómeno, el
cuerpo desprende continuamente calor.
La cantidad de calor (expresada en calorías) que
necesita para fundirse un kilogramo de un
cuerpo que ya alcanzó su temperatura de fusión
se llama calor de fusión.
Si se disuelve un cuerpo sólido (por ejemplo, sal)
en un líquido, tiene lugar un notable descenso de la temperatura, lo cual es debido a que un
cuerpo que se disuelve, lo mismo que un cuerpo
que se funde, necesita calor para pasar del estado sólido al líquido (calor de disolución). Este
fenómeno se utiliza para obtener temperaturas
bajas.
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