sábado, 13 de diciembre de 2014

Aceros austeníticos - I

Al igual que los aceros ferríticos, no presentan transformación alguna en el calentamiento, y por ello su estructura es austenítica a cualquier temperatura, como indica su nombre. Son amagnéticos y engrosan el grano a temperaturas elevadas o con permanencias largas, pero la fragilidad que adquieren no es tan peligrosa como la de los aceros ferríticos. La precipitación del carburo de cromo en las juntas de los granos hace que se produzca una pérdida de cromo en las inmediaciones de aquéllas. 
Las zonas en que se produce esta decromización pierden inoxidabilidad, quedando sensibilizadas a la corrosión intergranular. Para evitar la precipitación de carburos, puede disminuirse el contenido de carbono a un 0,03 %, o bien otros elementos, como el titanio o el niobio, más ávidos del carbono que del cromo. 
Los aceros con un porcentaje de carbono superior al 0,03 % deben ser sometidos a un temple austcnítico (hipertemple) a fin de disolver los carburos precipitados. En estos aceros y, en general, en todos los inoxidables y refractarios, el tiempo de permanencia a la temperatura de tratamiento térmico debe ser, como mínimo, el doble que en los aceros al carbono, por ser baja su conductividad calorífica. Dado que es difícil determinar el límite de proporcionalidad, se suele adoptar el que corresponde a un alargamiento permanente del 0,2 %. El carbono y el nitrógeno hacen aumentar la dureza y, por consiguiente, el límite elástico. 
Cuando se desea conseguir límites elásticos buenos en aceros con un porcentaje de carbono inferior al 0,03 %, se añade un 0,15 % de nitrógeno. El crecimiento del grano en estos aceros no ejerce influencia en las características mecánicas, pero tiene el inconveniente de hacer aparecer, en los aceros embutidos, lo que se denomina vulgarmente piel de naranja, que dificulta las operaciones de pulido. 
La ductilidad de estos aceros es muy grande, motivo por el cual se emplean tanto en la embutición. Una de las buenas propiedades de los aceros austcníticos es la ausencia de fragilidad a bajas temperaturas, lo contrario de lo que sucede en los martcnsíticos y fcrríticos. Mantienen rcsilicncias excelentes a temperaturas cercanas al cero absoluto (—273 °C). Por el contrario, las restantes características mecánicas varían notablemente (aumentan la carga de rotura y el límite elástico, y disminuye el alargamiento).
Los estudios realizados por Basticn y Dcdieu demuestran que, cuando se austeniza un acero del tipo 18/8 a 980 °C y se enfría en nitrógeno líquido, la permanencia a dicha temperatura hace que parte de la austenita se convierta en martensita. No es posible variar las características mecánicas de esta familia de aceros con un tratamiento térmico, ya que en el calentamiento no existe transformación estructural.

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