Las distintas escalas de dureza utilizadas se pueden reunir en dos grandes grupos según la clase de penetración: para piezas ligeras (escalas Rockwell superficiales) y para piezas de espesor elevado (escalas Rockwell normales).
En las tablas XXIII y XXIV situadas al final de este capítulo, se indican las características de las citadas escalas y los correspondientes campos de aplicación.
La superficie sobre la cual se efectúa el ensayo será lisa y preferiblemente rectificada o cuidadosamente pulida. La preparación de la superficie se efectuará evitando alteraciones del material, en particular las debidas a calentamiento o acritud; y se preocupará que sea lo más perpendicular posible a la dirección de la carga.
El espesor de la probeta en el punto a ensayar deberá ser el preciso para que en la superficie opuesta no aparezca indicio alguno del ensayo efectuado; en cada caso, dicho espesor no será inferior a ocho veces el avance de profundidad del penetrador. La distancia entre el centro de la huella y el borde de la probeta, así como entre los centros de dos huellas próximas, será ≤ 3 milímetros.
La probeta a ensayar debe apoyarse sobre un soporte fijo tal que evite cualquier desplazamiento durante el ensayo. Las superficies de contacto entre soporte y probeta a ensayar estarán exentas de materias extrañas.
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