La nacionalización no tiene intenciones de recaudación y no cobrará gastos administrativos.
IBCE destaca impacto de la medida en la economía nacional.
La nacionalización de maquinaria agrícola persigue “que el agricultor pueda contar con la posibilidad de acceder a créditos del Estado y que regularice su patrimonio”, informó ayer a Cambio la presidenta de la Aduana Nacional de Bolivia (ANB), Marlene Ardaya.
De esta manera, los productores contarán con un activo que les permitirá garantizar créditos bancarios, conforme a los lineamientos que emanó el ministro de Economía, Luis Arce Catacora, a través de una resolución ministerial.
Indicó que “lo que queda de aquí en adelante es armar la parte logística porque, a partir de la resolución tenemos 30 días para prepararnos y realizar la nacionalización”, que se caracterizará por ser documental, como propuso el presidente Evo Morales.
De esa forma, el agricultor podrá nacionalizar su maquinaria en base a una declaración jurada, tomando en cuenta que se trata de instrumentos de trabajo de grandes dimensiones que incluso llegan a los diez metros de ancho.
Otro factor que respalda esa decisión es que muchos agricultores han realizado modificaciones y no se puede determinar qué porcentaje del equipo corresponde al componente nacional de reconstrucción o al de procedencia extranjera.
En ese marco, destacó que la regularización no tiene intenciones de recaudación, conforme a la directriz del presidente Evo Morales, por lo cual no se cobrarán gastos administrativos ni siquiera para la emisión del certificado de la Declaración Única de Importación (DUI).
El pago se generará en base a tarifas planas que figuran dentro de las tablas publicadas en medios de circulación nacional y que no toman en cuenta datos como la capacidad de arrastre o los caballos de fuerza en el caso de tractores.
Para realizar esta tarea, la ANB agendó reuniones con los dirigentes de los sectores productivos de Santa Cruz, con quienes se coordinará este jueves, mientras que en el caso de Tarija el encuentro está previsto para el viernes.
Parte de las tareas serán divididas con el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras (MDRyT), que comenzará con un proceso de concientización para que los productores acudan a los centros que se abrirán con las organizaciones sociales.
CAO
El presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), Julio Roda, resaltó que el proceso de nacionalización permitirá que todos los vehículos motorizados, como tractores, cosechadoras y otros instrumentos, sirvan como garantías bancarias.
El proceso de regularización también coadyuvará en las tareas de desplazamiento de equipos en el territorio nacional, sin peligro de que sean retirados por la unidad de Control Operativo Aduanero (COA), como ocurrió en 2013.
En ese marco, sostuvo que “es una buena medida” que ayudará sobre todo a los pequeños productores que no cuentan con muchos bienes para ponerlos como garantía ante el sistema bancario.
Reconoció que éste es un punto que coadyuva a apuntalar la seguridad con soberanía alimentaria propuesta en la Agenda 2025, aunque faltan consolidar otros como la ampliación de la Función Económica Social (FES) y el uso de semillas transgénicas, entre otros que ya se están trabajando con el Gobierno.
REPERCUSIONES
Al respecto, el gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, destacó el acuerdo al cual llegó el sector agroproductivo boliviano con el Gobierno por las connotaciones positivas que traerá a nivel económico.
Observó que la legalización de la tenencia de tractores e implementos productivos favorecerá al país en su conjunto porque permitirá a decenas de miles de productores contar con una garantía mueble que podrán presentar ante la banca comercial o de fomento estatal.
De esa forma, se capitaliza tanto el productor como el país en su conjunto, porque al elevarse el grado de formalización de ese sector se incrementa la actividad mercantil, ya que los productores elevan sus niveles de inversión y reinversión en torno a la tierra.
A su vez, el incremento de la actividad de los productores repercute en torno a la garantía de abastecimiento de alimentos en el mercado interno y en la generación de los saldos de exportación que inciden en las divisas que percibe el país.
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