"El bajón del precio de la soya registrado el 2013 con relación al 2012 influyó de manera significativa en la inversión que los agricultores hacían en la adquisición de maquinarias. Eso motivó a que las empresas importadoras hayan registrado un menor volumen en ventas", informó Ronald Soler, Gerente de Ventas de la empresa Boltrac, concesionaria de las marca alemana Class.
Factores climáticos. Además de ello, otra atenuante tiene que ver con factores climáticos que el año pasado afectó sustancialmente tanto en la siembra y cosecha de los granos. Ese hecho hizo que el agricultor no priorice la compra de nueva maquinaria.
"Las cosechas se vieron afectadas por la inclemencias del tiempo y no fueron las esperadas por los productores", señaló David Oropeza, Gerente General de CIAGRO, concesionaria de siete marcas de maquinaria agrícola. La que destaca es la marca New Holand, con 12 modelos de tractores y cosechadoras integrales.
En cambio, para la empresa SACI, representante de las firmas Masey Ferguson, y los equipos de construcción CASE, el 2013 fue un año de mucho trabajo. "Se pudo cumplir con el presupuesto que se había acordado y tuvimos una pequeña mejora con relación al año pasado", informó Ernesto Eterovic, Gerente General.
Y la empresa importadora NIBOL, representante de la firma norteamericana John Deere, en una información preliminar de sus ejecutivos admitieron que solo crecieron un 15% en el caso de las cosechadoras integrales (corte, cosecha y carga) de la caña de azúcar.
Situaciones pendientes. Las empresas importadoras consultadas por El Día, al unísono dejan entrever como el principal motivo que impide el crecimiento en el rubro de maquinaria, "la libre importación de unidades usadas, que en algunos segmentos supera a las importaciones de equipos nuevos. "Al país se está importando maquinaria obsoleta con más de 20 años de antigüedad, con poca disponibilidad de repuestos, baja eficiencia y principalmente con alto grado de contaminación ambiental por quema deficiente de combustible y fuga de lubricantes", argumentó Oropeza.
Además señalan que para cambiar esta situación habría que normalizar la importación de maquinaria tal como se hizo con vehículos, limitando la antigüedad de los usados. "Irónicamente, no tenemos una gran industria metalúrgica, sin embargo Bolivia es exportadora de chatarra", apunto el gerente de Ciagro.
En ambos casos el aspecto negativo es que se siga permitiendo el ingreso de equipos usados que, en otros países, ya son descartados por su obsolescencia."También por la contaminación ambiental y por último ya no se fabrican repuestos por su antigüedad por lo que se descartan", dijo Eterovic.
Desde otra mirada. Johnny Claros de la importadora EKM, cuya empresa trae desde Estados Unidos y el Brasil maquinaria para el agro y la construcción, señaló que el mercado local demanda tecnología 'en buen estado' dado que los precios de los nuevos están en los niveles 'prohibitivos' para el bolsillo del agricultor mediano y pequeño. "Yo traigo una cosechadora de caña en 50 mil, lo que vale 400 mil dólares uno nuevo", finalizó.
Apuesta
El sector espera recuperar y crecer este año
Oferta. Alrededor de cinco empresas grandes comercializan maquinaria pesada con un abanico de unas 20 marcas y unos 50 modelos diferentes tanto en tractores, fumigadoras, cosechadoras, excavadoras, palas mecánicas, entre otros.
Sector. Las maquinarias son importadas al país para distintos rubros y sectores. Los mayores destinos son el mercado agrícola y la construcción. Además de ello, los municipios que son 339 en el país, también demandan tecnología pesada.
Procedencia. Las marcas tradicionales vienen de Estados Unidos, Brasil, Alemania y otros de mercados emergentes como la China y la India.
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