sábado, 22 de octubre de 2016

Vicsum, fábrica de máquinas industriales a pedido



El taller de Víctor Suaznábar Morales tiene una historia de más de 40 años, pero quizá un punto que marcó un viraje en su historia fue hace como 25 años, cuando una parte de la familia se dedicaba al taller de cerrajería y la otra parte administraba un restaurante. En este último negocio se quejaban de cómo costaba pelar las papas. Entonces, don Víctor, después de darle vueltas al asunto, diseñó y construyó la primera peladora mecánica de papas. Al final no lo utilizaron ni siquiera un año, porque el restaurante cambió de dueño, y la máquina se puso a la venta.

Ése fue el punto de inicio para que, posteriormente, se consolidara la empresa familiar Vicsum y una cadena de máquinas a pedido, ralladoras y picadoras de papa, mezcladoras y torradores de alimentos, silpancheras, hamburguesera, amasadoras, sobadoras, turroneras, laminadoras, licuadoras industriales, motores, bombas sanitarias y hasta batidoras eléctricas de helados.

Todos estos productos, muchos de los cuales ya se construyen en serie, y los que el cliente solicite, se construyen en la fábrica instalada e su domicilio particular en Arocagua, donde la empresa ya tiene buena fama.

Sin embargo, según explica Lilian Suaznábar, hija del gerente propietario y encargada de la parte administrativa, no todo fue fácil: había que romper el estigma de que los productos bolivianos eran malos y creer que sólo lo importado es de calidad. Eso tomó su tiempo, con invitaciones a los empresarios e industriales a que probaran su producto de forma gratuita e incluso presentándolo como un producto brasileño, como ocurrió con el encendedor Inferno, diseñado para parrilladas.

Con el tiempo, las máquinas Vicsum se fueron imponiendo por varias razones: primero la diferencia de precio, pues las máquinas importadas costaban hace 25 años unas 10 veces más que las nacionales (hoy están casi a la par, pues las Vicsum subieron la calidad del material y eficiencia y las foráneas tuvieron que bajar precios para competir).

Otra ventaja es que Vicsum trabaja a pedido, es decir puede adaptar la máquina a la necesidad de su cliente. La familia recuerda que la dueña de una silpanchería, una anciana cansada de amortajar la carne, les pidio una máquina que la librara de este trabajo. Lograrlo tomó casi tres meses, hasta que se consiguió, aunque para entonces la cliente había fallecido, pero fueron las dueñas de otros restaurantes las que reclamaron el producto.

Tercera ventaja, Vicsum ofrece asesoramiento y acompañamiento, además de garantía de un año. Cuarto, Vicsum tiene los repuestos a mano… en fin, son muchas las ventajas por las que poco a poco esta empresa fue consolidándose.

25 años después, la familia quiso recuperar su primera peladora de papa y ofreció a la compradora una peladora nueva, pero la propietaria no quiere. Dice que la maquinita le trajo suerte y aún la conserva funcionando.



"Víctor Suaznábar lleva más de 40 años innovando con máquinas que hacen frente a la importación"



40 AÑOS DE TRAYECTORIA

Víctor Suaznábar Morales, de donde proviene el acrónimo Vicsum, lleva más de 40 años trabajando en maquinarias. Comenzó en Oruro.

Después viajó a Brasil, donde vivió con su familia por cinco años. Allí ingresó a un instituto, de donde egresó como técnico superior en máquinas industriales. Después volvió a Bolivia, donde instaló una cerrajería.

Su primera máquina propia: una peladora de papas. Después llegaron todas las demás, según los pedidos de sus clientes.

Hace 12 años, la empresa se consolidó oficialmente con el nombre de Vicsum.

Participó en varias ferias especializadas y ganó varios premios por su innovación.

Actualmente, los siete hijos toman parte en la sociedad empresarial: Lilian, Walmir, Joao, Lenny, Rocío, Herson y Norka. Además, la madre, Victoria, se hace cargo de los encendedores Inferno.

Algo que llena de orgullo a la familia es que prácticamente muchas empresas tienen alguna maquinaria Vicsum: PIL, IC Norte, salteñas Tiki, gran cantidad de restaurantes y empresas que proveen el desayuno escolar.




martes, 18 de octubre de 2016

La marca Caterpillar sienta presencia en Sucre de la mano de una joven pareja



Bajo el lema “CAT Triathlon, seguridad de lo original”, los esposos Lora-López comercializan en Sucre los productos de la marca norteamericana Caterpillar. Ellos tienen la licencia y autorización para la venta de mercadería de esta firma, reconocida a nivel mundial, en dos tiendas.

Álvaro Fernando Lora Huaylla (gestor público) y Katherine López Ramírez (administradora de empresas) son los propietarios de las tiendas de ropa deportiva CAT Triathlon, en la capital del país, donde ofrecen productos originales Caterpillar.

Lora relata a CAPITALES que sus suegros, Carlos López y Danitza Ramírez, tienen una tienda de zapatillas deportivas desde hace 23 años y que hace siete comenzaron a trabajar con la marca Caterpillar. Tiempo después recibieron una invitación para hacerse cargo de la distribución de estos productos en Sucre; responsabilidad que fue delegada a Álvaro y Katherine, la joven pareja que trabaja con ellos en las ventas.

Ellos se independizaron hace tres años y abrieron una tienda a la que llamaron CAT Triathlon. Con mediano capital, realizaron una serie de innovaciones para tener una buena presentación en un ambiente adecuado, siguiendo las exigencias de la marca.

La tienda principal funciona en el Central Mall, de la calle Ravelo, y hace ocho meses abrieron una sucursal en la Calvo N° 37.

“En CAT Triathlon se vende una serie de productos de la reconocida marca mundial Caterpillar, que ofrece dos líneas: prendas de vestir como ropa de trabajo resistente a las chispas de fuego, botas, zapatos, camisas, pantalones, prendas casuales y formales, chalecos con frisa y de trabajo, poleras, ropa interior, chamarras, accesorios como maletas, mochilas, billeteras y otros. La otra línea es de joyería y relojería. Todos los productos tienen garantía de un año”, detalla Lora.

Con Fancesa y constructoras

CAT Triathlon provee de botines a los obreros, administrativos e integrantes de la directiva de la cementera FANCESA, fábrica que otorga un vale por Bs 800 a sus trabajadores para que puedan comprar lo que deseen. “Por la eficacia y puntualidad que demostramos en la entrega de pedidos, esta empresa dejó de comprar en otras ciudades”, agrega, satisfecho, Lora.

Pero, además de atender a clientes individuales y a la principal factoría de Sucre, CAT Triathlon trabaja también con empresas constructoras a las que proporciona botas, zapatos y gafas.

En la Expo Construye Chuquisaca

Hace poco participó en la “Expo Construye Chuquisaca 2016”, organizada por la Cámara de Industria y Comercio (CAINCO) Chuquisaca, donde fueron reconocidos por su creatividad e innovación en el armado del stand, utilizando palets de madera reciclados.

Al respecto, Lora comenta que tienen una alianza estratégica con la empresa de arquitectura STATO, especializada en el diseño de tiendas y escaparates comerciales. Ellos realizan el diseño y CAT Triathlon viste a los arquitectos para diferentes eventos.

Por otra parte, trabajan con jóvenes profesionales de Sucre en el área de publicidad y marketing; Andrés Ibáñez está a cargo de la imagen corporativa de la tienda. Y, además, utilizan los servicios de modelos locales para sus banners.

“Mucha gente no conoce todo lo que ofrecemos, piensan que solo vendemos botas de trabajo. Aún así, ya estamos posicionados en el mercado de Sucre, ahora debemos mantenernos y crecer a nivel nacional”, finaliza Álvaro Lora.

Más sobre Caterpillar

CAT Triathlon tiene 300 variedades de productos para una variedad de clientes de todas las edades.

Pronto incursionarán en la venta de prendas para niños: ellos siempre quieren tener la ropa de papá para verse como ellos.

Una de las tiendas de CAT Triathlon está ubicada en el Central Mall, planta baja, local 12-A y la otra en la calle Calvo N° 37.

Atienden de lunes a sábad, de 9:30 a 13:00 y de 15:45 a 21:15. Teléfonos: 64-36999 y 77113060.

Correo-e: alvaro_9014@hotmail.com.

Facebook: CAT Triathlon.