lunes, 3 de noviembre de 2014

Aleaciones antifricción

Las aleaciones o metales antifricción son ciertas aleaciones empleadas para recubrir cojinetes y órganos de máquinas dotados de movimientos de deslizamiento, cuando se requiere disminuir el coeficiente de rozamiento a fin de evitar el desgaste de uno de los elementos acoplados, cargando el deterioro sobre el otro elemento de fácil sustitución. En general, se componen de dos clases de elementos: uno duro, con un coeficiente de rozamiento pequeño, que está englobado en la masa plástica formada por el otro elemento, y este otro, que es blando y permite el acoplamiento del cojinete al eje, repartiendo uniformemente las cargas. Estas aleaciones deben presentar las siguientes características: 
• Elevado grado de plasticidad. 
• Bajo coeficiente de rozamiento. 
• Resistencia a la compresión y la fatiga. 
• Elevada dureza superficial. 
• Lento desgaste por frotamiento. 
• Resistencia a la corrosión. 
• Conductividad térmica elevada. 
• Bajo punto de fusión. 
• Adherencia con el metal básico. 
 Las aleaciones antifricción aparecen en forma de semicojinetes o semianillos compuestos por diversas capas, entre las cuales pueden distinguirse: capas monometálicas (constituidas por una sola aleación), bimetálicas (constituidas por un soporte de acero dulce y una capa antifricción) y irimetálicas (constituidas por un soporte de acero dulce, una primera capa antifricción, que es la capa básica, y una capa superficial de rozamiento). Los metales más empleados para las aleaciones antifricción son: plomo, estaño, cobre, cadmio, aluminio, antimonio, plata, níquel, arsénico y otros en pequeños porcentajes.

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