miércoles, 17 de septiembre de 2014

Nitruración

Tratamiento termoquímico que consiste en enriquecer la superficie del acero por medio de la absorción del nitrógeno, calentándolo a unos 500 °C en una corriente de amoníaco. Consigue capas extraordinariamente duras sin necesidad de un tratamiento posterior. 
Los efectos que intenta conseguir son: 

• Capas superficiales más duras (78 I-IRc) que las cementadas. 
• Superficies más resistentes al desgaste y, en algunos casos también, más resistentes a la corrosión. 

Se aplica a piezas que van a ser sometidas a esfuerzos simultáneos de choque y rozamiento (punzones, matrices) o que deben ser muy resistentes al desgaste (engranajes, instrumentos de medida, etc.). Los aceros empleados son, principalmente, los aleados con aluminio, cromo y molibdeno. Los espesores de capa obtenidos varían entre 0,20 y 0,70 mm y dependen de la duración del tratamiento. Las ventajas de la nitruración, además de las excelentes condiciones de dureza y resistencia al rozamiento, residen en que, al ser templadas y revenidas previamente las piezas, no existe el peligro de deformaciones y grietas después del tratamiento y, por tanto, se tratan casi con sus dimensiones finales. El inconveniente mayor es el de su duración, ya que, para un espesor de 0,5 mm, se requieren cerca de 70 horas de tratamiento.

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