lunes, 11 de agosto de 2014

Afino sobre solera - II

La facilidad de acceso al laboratorio permite variar la composición química del baño del material en el curso de la operación. También se puede remover y bracear el producto fundido antes de la colada, sin exponerlo al enfriamiento. Además, son capaces de fundir piezas más puras que las obtenidas con el cubilote. Junto a estas ventajas, tienen el inconveniente de necesitar mayor cantidad de combustible para la fusión, y ésta es muy lenta. Así pues, estos hornos solamente se emplean para fundiciones especiales y para proceder a un afino parcial destinado a aumentar la tenacidad del metal. En el Martin-Siemens, la solera está formada por una capa de material retractarlo a base de arena (procedimiento ácido) o bien de magnesia (procedimiento básico). Hay dos maneras de cargar el horno: 
a) Se carga el horno con fundición y se la licúa, lo cual requiere de dos a cuatro horas. Luego se va añadiendo chatarra de hierro en porciones de 100 kg. Esta chatarra se disuelve en la fundición, reduciéndose así el carbono al porcentaje que se desee. La marcha de la operación se comprueba mediante probetas que se extraen y ensayan de cuando en cuando. Cada colada dura, en conjunto, de ocho a diez horas. 
b) Difiere de la anterior en que a la fundición se le añade, en lugar de hierro viejo, mineral rico en hierro en pequeñas dosis, hasta alcanzar de un 10 a un 25 % del peso de la-misma. El oxígeno del mineral afina la fundición. La capacidad de estos hornos varía entre 25 y 100 toneladas.

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